miércoles, 2 de septiembre de 2009

A PROPÓSITO DE LA FEDERACIÓN DE SINDICATOS POLICIALES.


COMPAÑEROS;

En estos días nuestros representantes sindicales, han mostrado un extraordinario signo de madurez, de visión a futuro y por sobre todas las cosas de fraternidad entre los que vestimos y sentimos el mismo uniforme. A ellos mis mas sinceras felicitaciones y admiración porque mas allá de las naturales limitaciones de cada uno de nosotros, lo han vuelto realidad, no sin perdidas, no sin discrepancias, pero entiendo que son naturales las ultimas y saludables las primeras cuando se trata de crear algo mayor, y que dará aun mas frutos para todos. La federación, sin duda, nos fortalece como organización sindical, pero también envía signos saludables para aquellos que no están aun afiliados, pues esto ultimo les dará buenos motivos para sumarse en esta nueva etapa, en esta nueva empresa que tenemos todos los policías nucleados en la federación.

Sería deseable dar la mas amplia difusión, al Estatuto del la federación, de manera de que los compañeros afiliados o no, pierdan un poco mas la desconfianza natural que le nace a los hombres de todas aquellas cosas que no conocen en profundidad, por lo tanto, vaya desde aquí ese pedido tratando de hacer eco en las autoridades de las diferentes organizaciones sindicales que componen hoy, y espero que por muchos años, nuestra flamante federación. No obstante lo anterior, la federación de sindicatos policiales es, como debe ser toda creación humana, una herramienta para la mejor defensa y ejercicio de los derechos de los hombres que la conforman y de todos los que indirectamente se beneficiaran de ella. Por este motivo, exhorto a todos, incluyéndome, a darle un uso adecuado, a protegerla, a exigirles cuando haga falta y por sobre todo a permitirle la más amplia libertad para actuar, en tanto sus fundamentos y motivos encuentren como base el consenso de la mayoría de sus afiliados.
Compañeros por eso: !VIVA LA FEDERACIÓN!


Abrazo fraterno para todos.-

Miguel Barrios.-

UN MUNDO PERFECTO

(Los incidentes en el parlamento)


Ha pasado algún tiempo desde los incidentes que se produjeron en el marco de la votación, en el Senado, de la ley de educación y como todos sin duda recuerdan, los mismos finalizaron con cuatro personas procesadas por el delito de “Atentado” art 171 y 172 del Código Penal. Este hecho lamentable, pero justo en si mismo de acuerdo a las circunstancias, ha dejado al descubierto la gran importancia que representan para el accionar policial fundamentalmente dos factores, por un lado el ámbito o lugar donde se produce y por el otro la innegable fuerza persuasiva, no obligatoria desde luego, del Poder Político en otros organismos y Poderes del Estado.

Todos quienes, de alguna forma u otra, hemos participado en procedimientos policiales tenemos la firme convicción de que los hechos que se produjeron en las barras de la Cámara de Senadores no poseen una naturaleza diversa de los que regularmente se producen en innumerables intervenciones o procedimientos policiales en todas las jurisdicciones del país. Lo que no implica negar la extrema gravedad de los mismos. La diferencia entre el resultado de lo acaecido en las barras del Parlamento y el resto de los producidos en la calle de características similares no puede adjudicársele a la presencia de los diferentes medios de comunicación y principalmente a los televisivos, porque en reiteradas oportunidades los mismos están presentes en los procedimientos policiales donde tienen lugar esos hechos de similares características, es decir, donde algunas personas intentan impedir o resistir al policía, en el ejercicio de su función, mediante las amenazas o directamente ejerciendo sobre ellos violencia.

De manera que, en términos de pruebas, la diferencia es, como se observa, inexistente ya que en ambos casos se posee un registro de imágenes de lo sucedido, en ambos casos se poseen testimonios y documentos, en su caso, para juzgar y del mismo modo, ambos, al emitirse de forma masiva por los diferentes canales adquieren la misma relevancia o notoriedad pública. Es competencia de Jueces y Fiscales de turno investigar de oficio, es decir, sin denuncia de parte, estos hechos de los que hablamos aquí. Sin perjuicio de que, los policías, en los casos en que se le hayan ocasionado lesiones puede proceder a denunciar penalmente a los autores de las mismas, situación que le daría otro elemento a Jueces y Fiscales a la hora de juzgar la dimensión este tipo de casos. Pero la responsabilidad de Jueces y Fiscales de turno cuando estos hechos tienen lugar y no se resuelve investigar es absolutamente clara e ineludible y esto mismo fomenta situaciones donde quienes en defensa de la ley ponen en juego su integridad física y quedan desprotegidos, no de ella, sino por parte de quienes tienen la competencia para aplicarla.

No se puede dejar de reflexionar sobre la suerte que asistió al grupo de policías que intervino en los sucesos del Senado, la suerte de la presencia de las cámaras de televisión, de la presencia de testigos legisladores, de que se produjera dentro del recinto parlamentario y no fuera de el, como ocurrió con similares alcances el día previo en la puerta principal de acceso a Representantes, sin cámaras, ni testigos y en plena vía pública y de esto ultimo nada se investigo. La diferencia entre el suceso de las barras y los demás que acontecen a diario en las jurisdicciones es la cercanía que presentan con el ámbito Político lamentablemente. Este último parece despertar inquietudes, que por su naturaleza, deberían permanecer despiertas con carácter permanente en Magistrados y Fiscales.

Lo cierto es que aquel día, en aquel lugar, afortunadamente todos cumplieron sus obligaciones y por un momento no solo el orden jurídico opero debidamente sino que, por sobre todo, se impuso la Justicia. Por un momento, todos hablamos el mismo idioma y observamos los mismos altos intereses, por un momento tuvimos por estos lados, un mundo perfecto.



Miguel Barrios.